Es Estados Unidos es habitual los desembalajes de garajes y trasteros para sacar a la venta prácticamente cualquier cosa que está almacenada en ellos. En una de estas subastas en 2007, un joven de Seattle tuvo la idea de crear un marketplace en el que se pusieran a la venta todos estos «cachivaches». Así nació Bonanza que, a pesar de su nombre evocador, no tiene nada que ver con la serie de TV de los años 60.
De todo menos lo corriente
Este es el lema del marketplace que viene a informar a los compradores de que no van a encontrar en él cosas que podrían fácilmente encontrar en otro lugar. De esta forma, mantienen un catálogo de más de 35.000.000 de artículos de todo tipo, distribuidos en categorías similares a las de otros marketplaces generalistas.
Sin embargo, cuando se accede a las distintas categorías, efectivamente los productos mostrados parecen alejarse de lo que podríamos encontrar en otros marketplaces.
Aún así, es posible encontrar prácticamente de todo, desde lo más vintage a lo más moderno.
Enfoque en los vendedores
Una de las características de Bonanza es su enfoque sobre los vendedores. El marketplace incluye un conjunto de herramientas de muy fácil uso que han ido desarrollando para facilitar el trabajo de los vendedores, permitiéndoles abrir su tienda en muy pocos minutos, permitiendo que se centren en las ventas y no en la tecnología.
El marketplace mantiene acuerdos con otras empresas que ofrecen herramientas a sus vendedores que facilitan su trabajo en los procesos logísticos, gestión de impuestos o creación de contenidos.
El marketplace se remunera a través de un sistema de membresía, por lo que es poco interesante para vendedores ocasionales.
Así han llegado a captar más de 50.000 vendedores alrededor del todo el mundo.
A destacar
- Muy enfocado a vendedores
- Facilidad en la creación de la propia tienda con plantillas
- Sin comisiones por transacción pero con tarifas por membresía
- Pagos mediante PayPal, Amazon Pay o tarjeta de crédito